Invertir en competitividad
El director general de Fundetec analiza las diferencias que siguen existiendo entre las grandes y las pequeñas y medianas empresas en materia de inversión en TI, un aspecto esencial más aún en épocas de dificultades económicas

Alfonso Arbaiza, director general de Fundetec
Se ha hablado ya hasta la saciedad de que la presencia de las Tecnologías de la Información en los procesos productivos de las empresas se ha convertido en un imperativo sin el cual no es posible tener un negocio rentable y competitivo en el siglo XXI.
Sin embargo, sigue existiendo una importante brecha digital entre la gran empresa y la pequeña –por no hablar de la microempresa-, que aún se muestra reacia a la adopción de las nuevas tecnologías.
Según el Informe ePyme 2008, recientemente publicado por Fundetec, la media nacional de penetración del ordenador en la pyme es del 98,1 por ciento, porcentaje que desciende hasta el 61,2 por ciento en la microempresa.
Si hablamos de disponibilidad de conexión a Internet, la media nacional referida a pymes es del 94,3 por ciento, y del 48 por ciento la relativa a microempresas.
Son datos preocupantes detrás de los cuales encontramos, principalmente, razones relativas a la falta de información y de formación.
Un elevado porcentaje de las empresas que no disponen de herramientas tecnológicas alegan que no las consideran útiles para su negocio, reconocen su desconocimiento de la tecnología o admiten que, simplemente, no se lo han planteado.
Trabajar en esta vía es clave, pero requiere de la implicación de la Administración, el sector tecnológico, las asociaciones sectoriales y las propias pymes, que han de estar dispuestas a acometer el cambio de mentalidad necesario para modernizar sus procesos.
También la labor de los medios de comunicación es decisiva, por lo que doy la bienvenida a esta nueva apuesta de IT Pymes, deseándole el mayor de los éxitos.
Otro aspecto reiterado por muchas empresas para justificar la ausencia de tecnología está relacionado con los costes, que consideran elevados, o por lo menos, no rentables para sus negocios.
Es cierto que durante un tiempo, el sector TIC trató de matar moscas a cañonazos, ofreciendo a las pymes soluciones muy por encima de sus necesidades y de sus posibilidades.
Durante un tiempo, el sector TIC trató de matar moscas a cañonazos, ofreciendo a las pymes soluciones muy por encima de sus necesidades y de sus posibilidades
Afortunadamente, son cada vez más los proveedores que desarrollan aplicaciones verticales, modulares, escalables, más sencillas y económicas que se ajustan mejor a las particularidades de la pequeña empresa. Desde luego, por ahí deben ir los tiros si queremos de verdad convencer al pequeño empresario de la utilidad real de las nuevas tecnologías.
Además, tanto la Administración central como muchos gobiernos autonómicos han puesto en marcha mecanismos de financiación y ayudas para aquellas pymes decididas a implantar tecnologías en sus negocios. Si bien lo deseable es que los empresarios apuesten por la innovación sin condicionarla a la concesión de ayudas económicas, también lo es que éstas son un acicate, sobre todo en tiempos de crisis.
Cabe destacar el Préstamo TIC ofrecido por el ICO y el Plan Avanza del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que financia el 100 por cien de la cuantía destinada a adquisición de tecnología, a interés 0 y con plazos de devolución de hasta tres años con tres meses de carencia.
Por ejemplo, una asesoría fiscal con dos empleados que incorporara tres ordenadores portátiles con software de ofimática, una conexión a Internet de banda ancha, una licencia de antivirus/firewall, un paquete de software para gestión de clientes, contabilidad, nóminas y facturación electrónica, junto con la instalación y puesta en marcha de la red y el servicio técnico, tendría que invertir unos 6.900 euros, lo que con el Préstamo TIC supondría una cuota mensual de 185,83 euros durante tres años.
Es interesante, a su vez, el Programa InnoEmpresa, impulsado por la DGPYME, que ofrece subvenciones de pago anticipado y sin necesidad de garantía para acometer la innovación de las pymes.
También existen iniciativas, como el Programa Maspyme Profesional de las Cámaras de Comercio, o el Programa NEW de Red.es, destinados a potenciar la presencia en Internet de pymes, microempresas y autónomos, ofreciendo paquetes de servicios básicos y avanzados por un precio subvencionado y verdaderamente rentable.
En tiempos de crisis, más que nunca es importante ver la tecnología no como un gasto, sino como una inversión con la que reducir costes y tiempo de realización de tareas, abrir nuevos mercados, desarrollar nuevos productos y servicios, optimizar la organización interna y de los procesos de negocio y, en definitiva, mejora de la competitividad empresarial.
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