Aunque por lo repetido ya alcanza la categoría de tópico, vamos a insistir una vez más: España es un país de pymes. Y si todavía hay alguien que no esté convencido, podemos hacerle cambiar de opinión poniendo encima de la mesa datos tan rotundos e incontestables como que el 99,86 por ciento de las organizaciones de nuestro país está comprendido en la categoría de pequeñas y medianas empresas, a la que pertenecen todas las organizaciones que cuentan entre 0 y 249 asalariados.

A fecha uno de enero de 2008, según los últimos datos disponibles y excluyendo los sectores de agricultura y pesca, el Directorio Central de Empresas (Dirce) elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE)cifraba en algo más de 3,4 millones el número de pymes existentes en España.

Por sectores de actividad, como refleja este mismo informe, la mayoría de las pymes actúan en el sector servicios. Concretando aún más, principalmente nuestras pequeñas y medianas empresas trabajan en las áreas de hostelería, inmobiliaria y comercio al por menor de alimentos y bebidas.

El estudio también revela que, en la actualidad hay 7,4 pymes por cada 100 habitantes; 15,2 por cada 100 activos y 16,7 por cada 100 ocupados.

Los datos del Directorio Central Empresas también atestiguan una ralentización en el ritmo de creación de pequeñas y medianas empresas. Así, entre el uno de enero de 2006 y el uno de enero de 2008, se han puesto en marcha un tal de 253.872 pymes, si bien en la segunda parte del periodo contemplado el crecimiento fue del 2,6 por ciento y representó casi la mitad que en el año anterior, cuando alcanzó un 5,3 por ciento.

En lo que se refiere a la distribución por tamaño de asalariados, el mayor peso porcentual corresponde a las empresas sin asalariados, que representan el 51,3 por ciento del total.

Mayor peso que en Europa

El informe constata un creciente trasvase de las empresas sin asalariados a las pequeñas empresas (10 a 49 asalariados), lo que contribuye a una mayor convergencia con el tamaño medio de las pymes en la Unión Europea. España, junto con Italia, Grecia y Portugal, son los países con un tejido empresarial constituido en mayor medida por pequeñas unidades de producción que en el resto de los países de la EU27.

En lo relativo a la contribución al empleo, las estadísticas de Eurostat subrayan que las microempresas españolas contribuyen con un 38,6 por ciento, las pequeñas empresas lo hacen con el 25,7 por ciento, mientras que las medianas generan un 14,5 por ciento del empleo.

Del informe de Eurostat también se deriva que el porcentaje de pymes frente al total de empresas es mayor en nuestro país que la media de la Unión Europea, además de ocupar a un número más alto del total de trabajadores y, porcentualmente, contribuyen más que en la Unión Europea al valor añadido total.

Respecto al volumen de ingresos de la pyme, según los datos del Dirce correspondientes al uno de enero 2008, el 97,5 por ciento de las empresas se sitúan en el tramo de dos millones de euros; el 2,13 por ciento ingresó entre dos y 10 millones, el 0,37 por ciento obtuvo entre 10 y 50 millones y sólo un 0,04 por ciento superó los 50 millones de ingresos.

TIC para ser más productivas 

Sentada ya la importancia que las pymes tienen en la economía y en la sociedad española, a día de hoy las Tecnologías de la Información constituyen todavía una asignatura pendiente para nuestras pequeñas y medianas empresas.

Así lo pone de manifiesto, por ejemplo, el 'Informe ePyme 2008. Análisis sectorial de implantación de las TIC en la pyme española', realizado por Fundetec, en el que se analiza la situación tecnológica de las pymes pertenecientes a ocho sectores de la economía española (logístico, transporte, hotelero, turismo rural, textil y confección, calzado, vitivinícola y comercio minorista).

De este estudio se desprende que el escaso nivel tecnológico existente en algunos de estos sectores, como puede ser el de comercio minorista o transporte, actúa como elemento limitador de la productividad de la economía española. Un dato a examinar con lupa en momentos de crisis económica como los que vivimos en la actualidad, en el que la búsqueda de soluciones para salir de esta situación ocupa gran parte del tiempo, el esfuerzo, las políticas, los planes y los presupuestos de los gestores públicos y privados.