Red de información TI para profesionales ITMedia NetWork

Búsqueda avanzada

Publicidad

Publicidad

Noticias

Los pequeños satélites amenazan a los operadores: darán acceso a Internet en todo el mundo

Una investigación de Toulouse Business School analiza los retos del sector espacial con la entrada de nuevos jugadores

18 Febrero 2018por Redacción

Uno de los mercados más dinámicos de los últimos años es la industria espacial. En los últimos cinco años, el sector ha multiplicado por seis su volumen de negocio, con diez nuevos fabricantes de satélites desde 2005 y, por primera vez interesando a empresas de Silicon Valley, a empresarios y a fondos de capital: compañías como Google o Facebook quieren que Internet llegue a todos los lugares del mundo y exploran la posibilidad de utilizar pequeños satélites, drones o globos de helio para poder democratizar el uso de la red

Los satélites de bajo coste o nanosatélites, con un peso inferior a los 500 kg y un coste en torno a los 200.000 dólares, van a transformar la industria espacial

Los satélites de bajo coste o nanosatélites, con un peso inferior a los 500 kg y un coste en torno a los 200.000 dólares, van a transformar la industria espacial

¿Pero son realmente estas compañías nuevas en el sector una amenaza para los operadores históricos de satélites? Estas y otras cuestiones relacionadas con el sector espacial y los necesarios cambios en la gestión de la cadena de suministro para poder afrontar con éxito estos retos han sido analizados en el artículo de investigación “Taking advantage of disruptive innovation through changes in value networks: insights from the space industry”, realizado por dos profesores de TBS Barcelona, Lourdes Pérez y Víctor Dos Santos Paulino, y por Jesús Cambra-Fierro de La Universidad Pablo de Olavide.

Las constelaciones de satélites pequeños utilizadas para la comunicación permitirían economías de escala sustanciales en la fabricación. Además, estos nuevos satélites podrían tener un precio que satisfaga los presupuestos más modestos de los países en desarrollo sin acceso a redes de fibra

Lourdes Pérez

Los satélites se han convertido en una opción a valorar, particularmente desde el plano económico, para ofrecer conexión a Internet de alta velocidad a países emergentes y desarrolladas: construir un satélite cuesta entre 100 y 400 millones de dólares dependiendo del tamaño, y lanzarlo y operarlo viene a suponer una cifra similar.

Pero además, las empresas están desarrollando satélites de bajo coste, los llamados nanosatélites con un peso inferior a los 500 kg y un coste en torno a los 200.000 dólares y que, según la NASA, tienen el potencial de transformar la industria espacial. De hecho, estos nanosatélites proporcionan soluciones rentables mediante el uso de componentes que se pueden encontrar en los últimos modelos de teléfonos inteligentes y otros dispositivos electrónicos de consumo.

Según Víctor Dos Santos, profesor de estrategia y emprendimiento de Toulouse Business School y responsable de la cátedra SIRIUS, “la mayor disrupción en este mercado ocurrirá en las comunicaciones por satélite con compañías como las que participa Google -OneWeb- o SpaceX, la empresa de Elon Musk que se ha impuesto la meta de bajar el coste de los lanzamientos y entre sus proyectos más ambicioso está el llegar a Marte con una nave tripulada, que están desplegando una constelación de 4.000 satélites para dar servicios de comunicación. También Samsung desea introducir redes de pequeños satélites o constelaciones que podrían transformar las formas de comunicación en el mundo”.

El estado actual de la industria indica que solo las constelaciones de pequeños satélites pueden ser consideradas como una innovación disruptiva que podría suponer una leve amenaza para los grandes operadores

Jesús Cambra-Fierro

De hecho, los satélites pequeños ya están siendo usados en las comunicaciones como una forma de desplegar aplicaciones de bajo coste. Las naves espaciales geoestacionarias son indispensables para proporcionar ancho de banda garantizado para gran parte del mundo, pero su extrema distancia de la superficie de la Tierra (unos 36,000 km), crea una latencia que las hace inadecuadas para muchas aplicaciones que requieren conectividad en tiempo real.

Los nanosatélites en órbita baja (200-1.000 km), por el contrario, no presentan problemas de latencia y son claves para desplegar constelaciones y ofrecer ancho de banda de alto rendimiento en tiempo real.

Según Lourdes Pérez, “las constelaciones de satélites pequeños utilizadas para la comunicación permitirían economías de escala sustanciales en la fabricación. Además, estos nuevos satélites podrían tener un precio que satisfaga los presupuestos más modestos de los países en desarrollo sin acceso a redes de fibra”.

Jesús Cambra-Fierro puntualiza que “el estado actual de la industria indica que solo las constelaciones de pequeños satélites pueden ser consideradas como una innovación disruptiva que podría suponer una leve amenza para los operadores históricos”.

Los fabricantes de satélites han comprendido el potencial comercial de Internet de banda ancha vía satélite y de los servicios relacionados; y ven el papel que pueden desempeñar en la construcción y el lanzamiento de cientos o miles de pequeños satélites

Víctor Dos Santos

Por otra parte, Dos Santos añade que la investigación sobre las cadenas de suministro y las redes de valor en esta industria espacial tan compleja sugiere que los disruptores en este sector no tienen que ser necesariamente startups o pequeñas empresas.

“Los grandes fabricantes de satélites han comprendido el potencial comercial de Internet de banda ancha vía satélite y de los servicios relacionados. Y ven el papel que pueden desempeñar en la construcción y el lanzamiento de cientos o miles de pequeños satélites”.

En este sentido, Jesús Cambra-Fierro explica que “los grandes fabricantes de satélites han empezado ya a buscar acuerdos y asociaciones con los nuevos players de este mercado por la complementariedad de sus negocios”.

Es el caso de Airbus y OneWeb, que se unieron en enero de 2016 para diseñar y fabricar una constelación de 900 satélites para ofrecer servicios de Internet de alta velocidad con una cobertura global. Hace tan solo unos meses se anunció la inauguración de la primera línea de montaje en Toulouse para la producción de estos satélites cuyas primeras unidades serán lanzadas a lo largo de este año. Más información en www.tbs-education.es/es y en el vídeo: