Un grupo de trabajo formado por 31 científicos de 14 países se ha reunido del 24 al 31 de junio en la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), en Lyon, para evaluar los riesgos para la salud de la exposición potencial a campos electromagnéticos de radiofrecuencia, como los de los teléfonos móviles.

En los últimos años, la preocupación sobre esta cuestión ha crecido progresivamente influida por el rápido ritmo de crecimiento del mercado de telefonía móvil  que, en la actualidad, se estima en 5.000 millones de usuarios a escala mundial.

En su encuentro, el grupo de trabajo de la IARC examinó la posibilidad de que estas exposiciones pueden inducir efectos sobre la salud a largo plazo, en particular, un mayor riesgo de padecer glioma, un tipo maligno de cáncer de cerebro.